Hace tiempo, un amigo quería escribirle una carta a una chica que le gustaba mucho, pero no tuvo mejor idea que preguntarle a su abuelo viejo canchero si los había, que le dicto esta carta :
Estimada Señorita:
Desearía con todo mi ser co-
rresponder el afecto que usted me brinda y prote-
gerla como yo creo que se merece por ser la pu-
reza hecha mujer. A nuestro lado me lleva la ru-
ta mas hermosa que he conocido. Es grande el pe-
sar cuando estamos lejos, pero saber le convie-
ne que yo tengo bien guardado para usted un tro-
feo, mi pertinaz soltería que entregare con go-
zo realmente inmenso, yo quiero obtener su con-
sentimiento para visitarla, para aumentar mi di-
cha, para cubrirla de besos y llegar a sus te-
soros más preciados. En todo esto resumo las me-
tas que siempre he deseado pero también su or-
denada forma de vida es digna de todo mi respe-
to, merece mi profunda admiración, por eso co-
nocernos íntimamente y nuestras vidas entrete-
jer cuando antes es lo mejor para nosotros dos.
Es muy linda la carta pero no daba, era como decir, muy anticuada por no decir del año del orto, así, que la recortamos un poco. Para no escribirla de nuevo lean los renglones que están en ROJO. Espero que les sirva .
